Quién soy

Hola!

Soy Adriana, diseñadora y creadora de la Carpintera. Me gustan los productos hechos con respeto. Diseño en imprimo en 3D joyas artesanas, con diseños únicos y hechas con materiales sostenibles, pensadas para que te sientas sofisticada y alegre.

 

 Adriana la Carpintera 

 

La naturaleza es mi gran fuente de inspiración pero cualquier cosa puede convertirse en una pieza de joyería, sólo hace falta creatividad.

Utilizo un plástico biodegradable que además se puede reutilizar y no olvido la comodidad. Los materiales y la técnica que utilizo me permiten hacer piezas de gran tamaño pero que son muy ligeras, y los metales que utilizo en mis piezas son siempre hipoalergénicos como el acero o la plata.

 

Desde la Carpintera quiero abogar por las cosas bien hechas, con cariño y respeto. Diseño pensando en la utilidad de las cosas, en cómo usar los objetos, en la comodidad y en cómo te sientes cuando tienes algo que te encanta y además va contigo fácilmente.

Crecí en un pequeño pueblo de Teruel, entre nieve y campo. Mis abuelos eran artesanos y de ahí viene la pasión por el trabajo manual, por las cosas bien hechas y la atención a los pequeños detalles.

 

 Colección Lukt de la Carpintera 

 

Creé la Carpintera para tener un espacio en el que expresarme tanto artística como socialmente. En la Carpintera se reflejan los valores con los que he crecido, la igualdad, la sororidad, el respeto, el amor por la naturaleza, la humildad, y otras cosas que forman parte de mi, ya nos iremos conociendo.

Espero que lo que hago aporte algo de alegría a tu mundo y que disfrutes tanto como yo con las pequeñas creaciones de la Carpintera.

Trabajo con materiales orgánicos, reciclados y sostenibles. El material que uso para la impresión 3D es PLA que es un polimero que se obtiene a partir de materiales naturales como el maíz.

     

El taller de la Carpintera siempre está vivo. 

Este espacio es el lugar en el que vivo, experimento y creo, irremediablemente.

Hice y restauré muebles en el patio cuando era un espacio vacío y ahora que ya cada habitación tiene su uso, su destino, he encontrado el lugar perfecto para mi taller, con una ventana enorme que da a la calle para que entre la luz y el ruido y con pocos metros, la verdad, pero muuuy bien aprovechados.

 

 

 taller de la carpintera